Los días 21 y 22 de Junio pasado se realizó en el Auditorio de la UNP el I Congreso Comunero, con la presencia de representantes de cerca de 25 comunidades campesinas de la zona costa, convocado por la Central de Comunidades Campesinas del Bosque Seco de Piura (CECOBOSQUE). Desde los tiempos de la desaparecida FRADEPT, este es un nuevo y serio esfuerzo por reagrupar a los hombres del campo en torno a una nueva central, que retome la lucha en defensa de la tierra, ante esta nueva arremetida de las grandes empresas transnacionales apoyadas por un gobierno que dice abiertamente que las comunidades son una carga pesada para el estado y un lastre que detiene la inversión en el campo.
Si recordamos bien, en su momento, la dictadura fujimontesinista emitió leyes para “fomentar la inversión en el campo”, que en el fondo implicaba una nueva reconcentración de la tierra en pocas manos, es decir, generación de nuevos terratenientes y latifundistas que compraban las tierras a precios de baratija, arrebatándoselas a los campesinos de mil maneras, por lo que, a diferencia de los que se decía en tiempos de Velasco de que “la tierra es para quien la trabaja”, en este gobierno aprista producto de la política del perro del hortelano, se dice ahora que “la tierra es para quien puede pagarla”.
A nivel nacional son 6067 comunidades campesinas (174 en la costa, 5803 en la sierra y 90 en la selva) y 1497 comunidades nativas y juntas poseen el 98% del territorio nacional. Muchas son tan antiguas que existen desde antes de que se constituyera el Estado Peruano. Es indudable que el gobierno va a pretender arrebatárselas para entregárselas a las grandes empresas transnacionales como ya viene haciéndolo. Esto va a generar rechazo por parte de los comuneros, pero sobretodo requiere de la defensa organizada y de manera unitaria de los territorios comunales. El gobierno concesiona las tierras sin importarle la opinión de los comuneros y pretende convertir al Perú en un país minero. De ahí la explicación de porque nunca promovió la agricultura y sumió en la extrema pobreza a miles de peruanos para obligarlos a aceptar otras opciones. Hoy en día, en que las comunidades piden que se apruebe la Ley de Consulta, el gobierno aprista la observa, pese a que el Convenio 169 de la OIT es ley peruana de carácter constitucional, pues fue aprobada por el congreso.
Nuevas tareas se imponen en el movimiento comunal ante una problemática muy similar. Comunidades con territorios sin deslindar y en conflicto; debilitadas por la penalización de las luchas; con concesiones sin haber dado licencia social. Hay interesantes propuestas que nacieron al interior del congreso, que fueron sistematizadas en 15 conclusiones por los más de 300 delegados asistentes. Le corresponde a la dirección de CECOBOSQUE implementarlas. El próximo año, nuestra Comunidad San Martín de Sechura será la sede del II Congreso Comunal. Debemos trabajar fuerte para garantizar su éxito y continuar en la reorganización del movimiento comunal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario